He decidido establecer el compromiso de sumarme a la batalla de ideas por la liberación nacional y el socialismo de manera sistemática, por ello asumo la responsabilidad de esta columna periódica en varios medios. Se trata de alimentar una ventana para una Comuna Crítica para
Hoy quisiera plantearles algunas reflexiones que deben ser angustias y preocupación de todos.
Muchos desde el sector progresista y revolucionario creen que los riegos de la revolución han cesado. Nada más lejos de la realidad.
Tenemos a Teodoro, junto a otros “cachorros del imperio” recibiendo órdenes de la inefable Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para emprender campañas mediáticas conspirativas. A los sectores más radicales de la derecha golpista llamando a la unidad para movilizarse este primero de mayo (hoy), como inicio de un nuevo plan conspirativo general. A rectores y burócratas de las universidades amenazando con movilizaciones guarimberas. De manera tal que es obvio que estamos ante una nueva ofensiva golpista.
Al igual que el 11 de abril están montados en un nuevo plan conspirativo. La diferencia es que “picao´ de culebra le salta al bejuco, y este se arma y no espera el 13. Eso es lo que tenemos que hacer. Tener montado el 13 antes de cualquier nuevo zarpazo imperial y oligarca.
Nuestras reservas energéticas, acuíferas y de biodiversidad implican necesariamente una confrontación contra un imperio totalizador que pretende la dominación. Ellos sin estos recursos, que nosotros si poseemos, trataran de impedir “a trocha y mocha” que avancemos en el proceso liberador latinoamericano.
Ganamos en Venezuela, Bolivia, Ecuador y en Salvador. En Brasil, Chile, Paraguay y Argentina existen gobiernos también progresistas. Cuba resiste con nuestra solidaridad, y la del continente. Hoy ante el infame y criminal bloqueo,
Es cierto que avanzamos en América Latina, es cierto que la espada de Bolívar recorre nuestro continente, pero no es menos cierto los riesgos que enfrentamos frente al imperio convaleciente. Que no muerto.
A todo esto se suma la crisis mundial. La de los capitalistas e imperialistas que necesitan un nuevo reacomodo para perpetuar la explotación de nuestros territorios y pueblos.
Ahora pretenden que nosotros enfrentemos las consecuencias de su irresponsabilidad y voracidad financiera, con nuevos sacrificios para nuestros pueblos. Pero parece que los pueblos ya no son tan pendejos.
Claro que esa crisis nos toca y afecta. Ahora, ¿cómo lo enfrentamos? ¿Con las mismas recetas del FMI? ¿Despedimos trabajadores?. ¿Apuntalamos con mayores recursos a los sectores financieros? NO. Aquí es fundamental el papel del nuevo sindicalismo revolucionario unido y del partido. Como dice el Comandante Chávez “… humanizar el tiempo humano al tiempo histórico… “, citando a Daniel Massaro. La burocracia sindical revolucionaria debe priorizar el cuido de las fuentes de trabajo, la estabilidad laboral, el resguardo y continuidad del proceso revolucionario. Las crisis también son oportunidades, en nuestro caso, para profundizar la revolución que nos ha permitido, entre otras cosas, estar en mejores condiciones que muchos otros países para enfrentar estas nuevas dificultades del capitalismo.
El partido de la revolución PSUV debe fomentar, de forma agresiva y contundente, la unidad del movimiento sindical revolucionario. Promover una verdadera constituyente sindical.
Si no apretamos la marcha organizativa del partido entraremos en mayores dificultades.
Considero que es hora de reflexión y movilización popular. Estudio y acción en la calle. Esas han sido las máximas de nuestro éxito. Lo otro es burocratismo y conformismo corrupto que favorecerá el avance de la derecha.
Educación
Movimiento sindical
Es preocupante la desorientación del movimiento sindical. El glorioso sindicalismo de Guayana y de la industria petrolera, que fue vanguardia unitaria para la transformación social revolucionaria, hoy parece no tener norte en el nuevo contexto revolucionario. Urge una constituyente sindical impulsada por el PSUV y los aliados. Esto no quiere decir que ante la crisis los únicos que parecieran tener cinturón son los obreros y trabajadores, ya que siempre se les pide a ellos apretarlo, mientras otros se ajustan los tirantes por el crecimiento de sus barrigas.
Ojo, reivindicaciones justas, pero en revolución. Releamos a León Trotsky, Lenin y el Che sobre el papel de los sindicatos en el socialismo.