Al cumplirse los primeros 85 años de la fundación del DIARIO CATOLICO, quiero enviar un mensaje de estímulo, felicitación y gratitud a todos los que trabajan en él, y así hacen posible la difusión del pensamiento eclesial en nuestra región. Gracias a todos ustedes, por su dedicación, por su entrega y por su sentido del trabajo. Dios les pagará con creces todo lo que van realizando en el DIARIO CATOLICO.
De igual manera, quiero agradecer a todos los lectores del DIARIO CATOLICO, ya que no son simples destinatarios, sino que forman parte de la gran familia de nuestro medio de comunicación. El DIARIO CATOLICO es un instrumento para la evangelización y se destina al servicio de la Iglesia y en beneficio de todos los lectores. Gracias por su continua acogida y por su completa aceptación.
Con motivo de esta fecha aniversaria, es necesario recordar que una de las figuras que más emplea el escritor bíblico y los pastores de la Iglesia es el camino. De hecho, hasta el mismo Jesús, en el evangelio de Luca es presentado como un peregrino que camina hacia Jerusalén para su entrega final por la salvación de la humanidad.
Esto nos permite pensar que el DIARIO CATOLICO ha podido hacer un camino, al igual que todas las obras de la Iglesia. Tuvo un impulso inicial con el Siervo de Dios Tomás Antonio Sanmiguel Díaz, primer Obispo y fundador del DIARIO CATOLICO.
Desde entonces no ha dejado de transitar las sendas que Dios le ha indicado. Para ello ha contado con los diversos Obispos del Táchira y numerosos cooperadores y, particularmente, con quienes han sido sus directores.
Hoy, al conmemorar 85 años de su fundación, nos atrevemos a otear el futuro y el horizonte de esperanza ante el cual el DIARIO CATOLICO debe seguir caminando. Y lo hacemos, contando con el aporte de sus directivos y trabajadores, así como de tantos cooperadores. Pero, sobre todo, sentimos que tenemos la fuerza del Espíritu Santo: él es el gran protagonista de la Misión de la Iglesia. Con Él podemos caminar hacia la plenitud.
A todos les doy mi saludo y mi sincera voz de aliento y estímulo. El DIARIO CATOLICO debe seguir siendo un instrumento para la evangelización de la Iglesia Diocesana y universal, máxime en estos tiempos de Misión diocesana de evangelización y con la implementación del proyecto diocesano de pastoral, fruto del II Sínodo de San Cristóbal.
Imploro del Señor, la más copiosa de las bendiciones para todos los que trabajan en DIARIO CATOLICO, así como para sus lectores. Que María, del Táchira, nuestra señora de la Consolación, continúe ayudándonos con su maternal protección.
Con mi bendición,
Mario Moronta R., Obispo de San Cristóbal
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