¿El día después?
Pablo Mora( pablumbre@hotmail.com)
Chávez no pretende imponer una nueva Constitución, cuenta sí con la participación del Plan República y del CNE dispuestos a respetar el patriótico servicio al que están llamados. El pueblo soberano será quien se asigne el verdadero triunfo.
Pablo Mora( pablumbre@hotmail.com)
Chávez no pretende imponer una nueva Constitución, cuenta sí con la participación del Plan República y del CNE dispuestos a respetar el patriótico servicio al que están llamados. El pueblo soberano será quien se asigne el verdadero triunfo.
La nueva constitución provendrá de la cordura de un colectivo protagonista de la más genuina Decisión de que la historia democrática dé cuenta en aras de un repotenciamiento nacional con las secuelas en el acontecer latino-bolivariano, de la construcción de un Estado Social Naciente, auténtica transición fincada en una solidaridad alternativa y en una exploración de lo posible y lo factible dentro de los rieles del nuevo paso evolutivo nacional, amparado en una identificación social, en los fraternos lindes geopolíticos, mediante nueva visión, nuevos instrumentos, nuevas creaciones.
La República Bolivariana de Venezuela ha avalado la moralidad del proceso para desenfundar un orden nuevo a tono con las demandas geopolíticas, que permitan catapultar porhaceres entre los pueblos latinoamericanos, ante un mundo pendiente de nuestro acontecer en orden a las clarificaciones o calificaciones requeridas.
Las posibilidades son buenas, siempre que se liberen las pequeñeces y seamos capaces de sumar las diversas expresiones de reconocimiento y respeto al amanecer constitucional que a propios y extraños ofreceremos.
Lo primero es informar a todos y por todos los medios sobre las bondades que entraña la nueva carta magna, la nueva encrucijada. Lo segundo, aceptar que el día del referéndum se corroborará el protagonismo de un pueblo decidido por un SÍ histórico para el afianzamiento de la marcha que ha de llevarnos al esclarecimiento de una potencia radicada en nuestra utopía mayor, quedando evidenciado el compromiso de un pueblo-gobierno atento a las obligaciones constitucionales ratificadas.
“El día después” vendrá a ser el punto más esclarecedor que un conglomerado nacional haya podido regalarse en pos de un relanzamiento democrático. Imprescindible secundar una gestión socialista enmarcada en el Amor, la Igualdad, la Justicia, la Libertad.
Hay que prever y preparar el “día después”. Desde la noche del referéndum, el país tiene que sentirse como tal y ser capaz de celebrar el apoyo en franca mayoría a la nueva constitución. Hay que prepararse para convertir esa aprobación mayoritaria en la más concreta actividad política demarcada en los más representativos derechos ciudadanos, sin que falten la voz y la dirección que expliquen e interpreten ante el país y el mundo el magno evento realizado.
Los años venideros serán decisivos para todos. El país se abrirá a la reconciliación y al mejor gobierno. El “día después” equivale a la clave para salvar el devenir patrio. Chávez reconocerá la victoria que anunciará al país y al orbe al verse respaldado por una mayoría reflejada en un SÍ bolivarianamente solidario, esperanzador.
Habrá que informar sobre el boyante triunfo que reta y compromete el futuro de Venezuela. Trabajar con convicción y eficacia por el Socialismo elegido en el que ha de fincarse toda expectativa, todo desafío, toda prospección.
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