SERVICIO COMUNITARIO CONSTRUYÓ Y DONÓ VIVIENDA

Wilber Arecio Dávila Gómez(*)
Un grupo de estudiantes del Instituto Universitario de la Frontera (Iufront), con sede en San Antonio del Táchira, con la coordinación del Servicio Comunitario, a cargo de la licenciada Ana Blanco, terminaron con éxito su servicio comunitario.

La campaña terminó al entregar la vivienda que construyeron para Alicia Pabón y Fructuoso, su amigo y compañero, cumpliendo la Ley del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior en Venezuela.

Hace más de seis meses, los estudiantes de Comercio Exterior, colaboraron en un censo de población, a fin de establecer el número de personas, tipo de vivienda, servicios domiciliarios, ingresos y condiciones en que vivían los habitantes encuestados.

De allí nació la idea de cambiarle el estilo de vida a la pareja favorecida, quienes ocupaban un rancho viejo, que se estaba cayendo. Se sentían abandonados, sumidos en la miseria y enclaustrados en cuatro paredes de bahareque en ruinas.

Los servidores comunitarios, con esfuerzo y pidiendo la colaboración del comercio y vecinos, haciendo rifas y vendimias, y hasta una bailoterapia frente al Iufront, además de su aporte económico y su trabajo, reunieron los recursos y construyeron la casa que, Alicia y Fructuoso, por el hecho de ser extranjeros, no tuvieron la suerte de ser favorecidos con el programa “Rancho por vivienda digna”, que adelanta el gobierno, pero que, gracias a estos estudiantes del Iufront, venciendo toda clase de dificultades, por amor a la patria de Simón Bolívar y a su prójimo, lograron hacer la entrega el 5 de agosto de 2007.

Los sábados y domingos de cada semana acudían a la cita y poco a poco vieron cómo se levantaba la vivienda para los nuevos huéspedes, que el 5 de agosto de 2007, los beneficiados Alicia y Fructuoso, además de recibir regalos, atenciones, y la celebración del cumpleaños de Alicia, quedaron en posesión legítima de la vivienda.

Se reconoció el trabajo de los estudiantes “servidores comunitarios”, adelantado con la asesoría y coordinación del Servicio Comunitario del Iufront.

“Es un ejemplo que otros estudiantes que optan por un título en la educación superior en Venezuela deben seguir, para así contribuir en la integración socio-cultural y desarrollo humano de personas necesitadas, como los hoy premiados y agasajados, que ven con alegría y felicidad el habitar y sentir que Dios no los abandona y desampara, porque el que tiene fe y esperanza encuentra una mano amiga y solidaria”, sostuvo la coordinadora del Servicio Comunitario del Instituto, Ana Blanco

(*)Periodista y Consultor Área Participación Ciudadana