Continúa la ofensiva revolucionaria con fervor creciente. En San Cristóbal y en Valencia pudimos comprobarlo el día martes 27 del corriente, en sendos eventos con los comandos regionales de campaña, con los comandos de centros electorales, los jefes y jefas de patrullas y los voceros y voceras de los comités por el SI, tanto de las misiones socialistas como de los frentes y movimientos sociales.
Han sido encuentros de verdad apasionantes y de un gran contenido pedagógico. Me sirvieron para constatar además, los avances que vamos logrando en los primeros días de esta 4ta fase en la que nuestra campaña ha entrado, con múltiples maniobras de naturaleza divergente, orientadas hacia diversos objetivos tácticos y estratégicos.
En estas líneas de hoy, poco antes de partir a Belem do Pará, en el Norte de Brasil, a donde nos han invitado, tanto el compañero presidente Lula da Silva, como innumerables líderes de los más diversos movimientos sociales del continente, a participar en la edición 2009 del Foro Social Mundial, he querido dejar un material que pretende contribuir al logro de la máxima eficiencia en esta operación ofensiva, que sigue evolucionando hacia la gran batalla por el SI en el referéndum del próximo 15 de febrero, en el cual estamos llamados a obtener una memorable victoria.
En primer lugar, está claro que para lograr el objetivo estratégico de la gran victoria del SI, necesitamos materializar el voto popular, movilizar las masas del pueblo a las mesas electorales el 15 de febrero, buscando nuestro máximo techo histórico.
Ahora bien, ¿cómo lograrlo? Entonces se trata de precisar con exactitud los detalles de las operaciones tácticas, siendo fundamental en este punto, una correcta organización para la batalla.
Y es allí donde quiero que pongamos la lupa. Por ello, lanzo las siguientes instrucciones operaciones:
1. Compatriotas, en cada centro electoral debe funcionar un comando, con su respectivo jefe o jefa y una mínima estructura de comando, comunicaciones y control. Y a este comando de centro electoral deben adscribirse todas las unidades operativas que existan en el sector.
2. A saber, deben funcionar bajo su mando, una patrulla logística y tantas patrullas operativas como mesas haya en el respectivo centro electoral. Cada una de estas patrullas debe tener su jefe o jefa, es decir, un líder, cuya principal tarea es organizar, adiestrar, cohesionar, motivar y guiar a su unidad en el cumplimiento de la misión.
3. Pero debo recordarles ahora mismo lo siguiente: la experiencia nos ha demostrado, que las patrullas no son suficientes para la colosal tarea de impulsar la votación masiva del pueblo: los trabajadores, los estudiantes, los profesionales, los campesinos, los empresarios, los pescadores, los soldados, los indígenas, hombres y mujeres, por millones y millones!!
4. En esta campaña ha ocurrido, desde este punto de vista, algo verdaderamente trascedente. Y es que las Misiones y los Movimientos Sociales han roto los límites de su mera dinámica social interna, para salir ahora a ocupar su puesto de batalla en el mapa político: ¡¡han surgido por todos lados y con una fuerza huracanada, más de cien mil comités por el Sí!!
Y su irrupción alegre, bulliciosa y arrolladora se me asemeja a aquellas memorables cargas de la caballería patriota sobre los flancos enemigos, que terminaban quebrando las líneas de resistencia y provocando el desplome y la derrota realista en el campo de batalla.
O las cargas de Maisanta, el último hombre a caballo, en cuya leyenda se inspiró Andrés Eloy Blanco, para escribir aquellos versos que son, en verdad, un galopar de centauros: “Con un rumor de joropo Viene llegando la carga, Tendido en el paraulato
Un jinete la comanda, Y cuando llega el enemigo En los estribos se alza, Tiene la melena rubia
Entre baya y alazana Y un grito que es un machete Con filo, punta y tarama Y es Pedro Pérez Delgado Que va gritando:
¡¡Maisanta!!
Ahora bien, es muy importante que ni uno sólo de nuestros comités esté desconectado de la maquinaria. Por tanto, cada comité debe batallar con mucha eficiencia en dos frentes.
Uno, allá donde se desarrollan las actividades propias y naturales de la Misión a la que pertenece; digamos por ejemplo, los misioneros de la Misión Ribas y Sucre, en sus ambientes educativos, escuelas, liceos y aldeas universitarias…
Y el otro, actuando como unidad de apoyo, en refuerzo a las patrullas de los centros electorales.
En resumen, cada patrullero, cada misionero, debe tener su lista de electores y electoras a ser localizados, contactados y trabajados, para que se conviertan en votantes por el SI el 15 de Febrero.
¡Esto es vital, camaradas!
¡¡Maisanta, caballería a la carga, que son bastantes…!!!
¡¡SI, Por la Patria!!
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