
Su infancia transcurrió en varios pueblos de Barinas, y su adolescencia entre Barquisimeto y Caracas. Padre de dos hijos y esposo de la antropóloga Jacqueline Clarac. Realizó sus estudios en varias universidades del mundo como la Universidad de Northwestern, Estados Unidos; La Soborna, Francia; Universidad de Viena, Austria; Universidad Autónoma Nacional de México, México; Universidad Lomonosov, Rusia y la Universidad de Granada, España. Es fundador del Departamento de Filosofía y profesor titular de la ULA desde 1977.
Fundador del Seminario sobre Estudios Latinoamericanos de la Fac. de Humanidades y Educación - ULA (1971). Fundador del Seminario Postgrado lento en Epistemología para Investigadores en la ULA (1975) y del Seminario de Mitología Clásica en la Fac. de H. y E. ULA (1979).

José Manuel Briceño Guerrero pasa la mayor parte de sus 82 años buscando a Latinoamérica en las páginas de un libro. Primero como lector, y más tarde como filósofo, ensayista y escritor. Su incesante indagación se ha traducido en importantes lauros como el Premio Nacional de Ensayo y el Premio Nacional de Literatura del Conac, así como un reconocimiento de la UNESCO. Ahora, va por el más gordo de todos los galardones literarios: el Nóbel.
Un grupo de académicos tenía varios años dándole vuelta a la idea de postular a Briceño Guerrero al máximo reconocimiento de las letras mundiales, posibilidad que se concretó esta semana, cuando la Universidad de Los Andes (ULA), la Universidad Nacional Experimental de Yaracuy (UNEY), la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET), la Universidad Simón Bolívar (USB), la Universidad Nacional Abierta (UNA) y la Universidad de Pamplona formalizaron la nominación ante el Comité del Premio Nóbel de la Academia Sueca…
La obra filosófica de Briceño Guerrero reúne los mismos motivos que su obra literaria: Latinoamérica, la búsqueda de sí mismo y el lenguaje. Estos motivos se interrelacionan, se bifurcan, se extienden y se explican para lograr un pensamiento propio en cada uno de los ensayos. Se puede decir que Briceño Guerrero quiso profundizar en las preguntas de la tradición filosófica partiendo no de supuestos extranjeros, sino de aquello que sentimos, somos, bailamos, comemos, mezclamos... Esto último es de gran importancia, pues partiendo de esa reflexión hace un llamado a que construyamos dentro de nosotros mismos una Latinoamérica que se constituya como ejemplo de fraternidad.
No resulta sencillo reseñar en una cuartilla la producción intelectual y estética de un escritor de la trayectoria, robustez y estatura intelectual como la del Dr. José Manuel Briceño Guerrero -también conocido en el ámbito de las letras venezolanas y latinoamericanas por el heterónimo de Jonuel Brigue.
Por último, cabe destacar que Briceño Guerrero ha sido reconocido en Venezuela por su obra ensayística con el Premio Nacional de Ensayo (Consejo Nacional de la Cultura, 1981).
Y su obra narrativa, merecedora en 1996 del Premio Nacional de Literatura (Consejo Nacional de la Cultura) ha alcanzado con los años un lugar privilegiado en las letras venezolanas. A esto cabe añadir su postulación en el año 2007 (y para el 2008) al Premio Nóbel de Literatura.
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